Esta heladería artesanal en Santander es reconocida por la calidad de sus productos y la amabilidad de su dueño. Ofrecen una variedad de sabores únicos, desde mandarina-vainilla hasta horchata, ideales para los amantes de los helados. La experiencia se complementa con un ambiente acogedor, con mesas tanto en el interior como en una terraza. También cuentan con opciones sin gluten y sin lactosa, asegurando un espacio inclusivo para todos. Sus helados son pasteurizados, lo que garantiza frescura y sabor auténtico. ¡Es un lugar perfecto para disfrutar de un delicioso helado todo el año!